Cuidad del Uniforme Médico

Los uniformes médicos están diseñados para resistir largas jornadas de trabajo, múltiples lavadas y entornos exigentes. Sin embargo, su durabilidad y apariencia dependen del cuidado que se les dé.

Aquí te compartimos una guía práctica para lavar, secar y conservar tus uniformes Cleemedic, manteniendo el color, la forma y la higiene por más tiempo.

1. Lavado inicial

  • Antes del primer uso, se recomienda lavar el uniforme por separado para eliminar residuos de fabricación y prevenir transferencia de color.
  • No uses suavizantes ni cloro en el primer lavado.

2. Lavado regular

Recomendaciones generales:

  • Lava tus uniformes por separado de otras prendas, especialmente de ropa blanca o delicada.
  • Usa agua fría o tibia (no más de 40°C) para evitar el desgaste de las fibras y mantener los colores vivos.
  • Utiliza jabón neutro o detergente suave. Evita productos con blanqueadores o químicos agresivos.
  • Voltea la prenda al revés antes de lavarla para proteger bordados, estampados y costuras.

Evita:

  • Cloro, blanqueador o productos con amoníaco.
  • Lavado en seco o con productos industriales que puedan dañar los tejidos técnicos.
  • Sobrecargar la lavadora o mezclar con prendas que desprendan pelusa (como toallas).

3. Secado

  • El secado ideal es al aire libre, en sombra y en superficie plana para evitar deformaciones.
  • Si usas secadora, selecciona un ciclo bajo o delicado y saca la prenda aun ligeramente húmeda para evitar arrugas profundas.
  • Evita la exposición directa al sol, ya que puede desgastar los colores y afectar la elasticidad.

4. Planchado

  • La mayoría de los uniformes Cleemedic son antiarrugas, por lo que no requieren planchado si se secan correctamente.
  • Si decides planchar, utiliza una temperatura baja o media, y hazlo del lado interno para proteger bordados o estampados.
  • No planches sobre logotipos, etiquetas térmicas o partes sintéticas.

5. Bordados y personalizaciones

  • Los uniformes con bordados deben lavarse con mayor delicadeza y siempre al revés.
  • Evita tallar o cepillar sobre el bordado.
  • No uses secadora caliente, ya que puede afectar la forma del bordado.

6. Recomendaciones adicionales

  • Ten al menos 2 o 3 juegos de uniforme para rotarlos durante la semana. Esto ayuda a que cada prenda descanse y se mantenga por más tiempo.
  • Inspecciona tus uniformes regularmente para detectar desgastes, costuras abiertas o manchas difíciles que puedan tratarse a tiempo.
  • Guarda tus uniformes en un lugar limpio, seco y bien ventilado. No los dejes en mochilas o bolsas cerradas después de usarlos.

7. Conserva la imagen profesional

Cuidar tu uniforme no solo alarga su vida útil, también refleja tu compromiso profesional. Un uniforme limpio, bien cuidado y en buen estado transmite confianza, higiene y responsabilidad ante tus pacientes y colegas.